Los ronquidos y la apnea del sueño son una situación relativamente frecuente. En muchos casos, el paciente no es consciente de la misma y acude por indicación de sus seres queridos. Sin embargo, es una situación que puede llegar a ser peligrosa para la salud del paciente.
El odontólogo puede tener un papel importante de los casos leves y moderados mediante el uso de dispositivos de avance mandibular y puede ser un colaborador indispensable de otros profesionales de la salud como otorrinos y neumólogos en casos más severos.
Algunas de las consecuencias más frecuentes de la apnea del sueño pueden ser: hipertensión arterial, falta de concentración, sensación de falta de descanso al despertar, cefaleas, somnolencia durante el día, ICTUS, impotencia, etc